sábado, 17 de mayo de 2008

III. LITERATURA COLONIAL.

La primera gran figura literaria peruana es el ya mencionado Inca Garcilaso de la Vega, hijo de un capitán español y de una ñusta (princesa) incaica. En sus Comentarios reales narra la historia del Imperio inca; su visión del mismo tendría una enorme repercusión en la historiografía colonial. Otra obra fundamental es la Primera parte de la crónica del Perú (1553), de Pedro Cieza de León. Durante el periodo de literatura colonial, que generalmente reflejaba las tendencias dominantes en la literatura castellana, surgieron expresiones que rescataban las tradiciones del pueblo quechua. Ejemplos de ello son el poema Apu Inka Atawallpaman, que documenta la muerte del último Inca, y el Ollantay, drama de tema incaico en lengua quechua de fines del siglo XVIII. Los escritores coloniales eran españoles residentes en el país, como los poetas satíricos Mateo Rosas de Oquendo (c. 1559-c. 1612), y Juan del Valle Caviedes (c. 1645-c. 1698); o criollos, como el cuzqueño Juan de Espinosa Medrano, El Lunarejo (1632-1688), alta expresión de la prosa culterana.
En el siglo XVIII sobresalen: la figura del erudito y literato Pedro Peralta Barnuevo (1663-1743), paradigma del escritor de su época; el libro de viajes, con elementos satíricos y costumbristas, Lazarillo de ciegos caminantes, de Concolorcorvo (1715-1783), seudónimo del español Alonso Carrió de la Vandera; la obra filosófica y novelística de Pablo de Olavide; y el aporte intelectual de los escritores agrupados en torno al Mercurio Peruano, primera revista cultural del Perú de finales de ese siglo.

1 comentario:

salome dijo...

bueno deberias poner mas informacion y separarlo parece uqe esta mal hecho